miércoles, 14 de mayo de 2014

CURRICULUM OCULTO

CURRÍCULUM OCULTO -o todo lo que existe detrás y en paralelo al proceso pedagógico-, se contrapone a la noción del currículum formal, en razón a que no está contemplado en los planes de estudios ni en la normativa importante del sistema institucional; por el contrario, deriva de ciertas prácticas institucionales que sin embargo, pueden ser tal vez más efectivas para la reproducción de conductas y actitudes.
Su ejercicio y aplicación exige un patrón de conducta, un orden, una línea a seguir en cuanto a comportamiento. Su importancia radica en que a partir del ejemplo se puede generar una mayor eficacia de lo que se pretende alcanzar en el estudiante.

El currículum oculto es proveedor de enseñanzas encubiertas, latentes, no explícitas, que la institución tiene la capacidad de brindar en la medida que el colectivo docente tenga una noción clara y, sobre todo, una ideología común en esta materia ya que trata de formar estudiantes en correspondencia con el ejemplo.
La concepción y el desarrollo del currículum están implícitos, sobre todo cuando se habla de valores; el problema surge cuando se asumen estos valores como dogmas o tramas paralelas que impiden las transformaciones oportunas a los requerimientos del encargo social.
Los valores no pueden ser considerados estáticamente, tanto que cierren el paso al desarrollo pleno del hombre; por el contrario, debe ser entendidos como un proceso perfectible, pues al asumir una postura híbrida y ecléctica, ésta surge como una nueva forma de resistencia al cambio. Esta tendencia de aferrarse al pasado es absolutamente válida porque la necesidad de la sociedad pasa por el sentimiento de seguridad, seguridad que comienza a debilitarse al asumir los nuevos roles desde adentro y afuera. Ello nos ubica en una situación un tanto precaria, pero al mismo tiempo nos abre la posibilidad de percibir un mundo posible, de dar el necesario paso del ámbito precario al ámbito de lo posible.
La educación se concibe como un producto cuando enfatiza su uso explícito, funcional y utilitario de la misma, al extremo de definir un modelo concreto de comprender las cosas, es decir, prioriza la eficacia por encima de su secuencia y desarrollo.
También la educación puede ser entendida como un proceso cuando se trabaja longitudinalmente con sus principales agentes y variables, de tal manera que la misma experiencia permite  nuevas situaciones, ya no interesa prioritariamente el punto final sino las nuevas situaciones que se presentan en su transcurso.


 Nuevos enfoques del currículum oculto
Cuando el currículum formal se socializa surge el curriculum oculto. De hecho surge de él y se desarrolla e interactúa en paralelo con el currículum real.
Ese proceso de socialización abre un amplio arco, casi ilimitado, que tiene que ver con el currículum oculto, que se sabe cuál es, pero no es tangible, no está escrito en el papel, no está formalizado explícitamente, se acepta tal y como es, aunque existe un primer acuerdo en el sentido de que tiene un importante fin social y una enorme incidencia en el proceso pedagógico.
En primera instancia el currículum oculto se circunscribe a los procesos que suceden dentro del aula, las técnicas grupales, los diálogos y los valores de los actores que participan en él.
El currículum oculto surge como respuesta a necesidades de orden económico, político, social, cultural, pero también ideológico, por sus contenidos y fuerte carga de sus funciones morales y de una cierta reproducción social.
El currículum oculto puede considerarse como el conjunto de sistemas de recompensas y expresiones de poder que existe en el grupo que participa del proceso educativo, a través del cual el estudiante a tiempo de estructurar su experiencia pedagógica, construye sus valores sociales -su historia significativa-, de acuerdo con la normativa y jerarquía existente en un momento histórico determinado.
Por tanto, puede concebirse al currículum oculto como el segmento socializador de la acción de la institución educativa, que se inicia y se forma por ciertos contenidos no específicos ni establecidos en ningún plan, programa o currícula formal, que está presente en cada uno de los miembros de la institución -estudiantes, docentes y administrativos-, y que se reconoce y aprende a través de experiencias dentro y fuera del aula -texto, contexto-.
Por su propia naturaleza el currículum oculto es un tanto impreciso, ya que resulta difícil medir las experiencia transmitidas.
Estas imprecisiones se suman y se complejizan aún más cuando se asocia con el currículum latente, currículum encubierto, efectos secundarios, currículum no estudiado. Sin embargo, pueden reconocerse dos primeras implicancias:
Internamente.- Lo evidente es que en aula -del ámbito académico- suceden una serie de cosas que son complicadas de documentar o en todo caso connotan lecturas complejas, que se escapan de la lectura formal tanto visual, auditiva, como de opinión y estadísticas por la vía de las encuestas u otros medios de medición académica:
= Cuántas veces hemos asistido a relatos de docentes que señalan a su curso como el más destacado por situaciones puntuales o anecdóticas y, en contrapartida, la lectura del estudiante difería radicalmente.
= Es frecuente los casos de cómo se manipulan los medios y medidores aplicados.
Externamente.- Su interacción trasciende el ámbito académico al involucrar estos procesos desencadenados en otros ámbitos que son obviamente aún más difíciles de registrar como:
= En el núcleo familiar, cada vez más que se involucra en el seguimiento de sus miembros.
= En la calle, donde sus miembros se convierten en portavoces e imagen de la institución.
= En el barrio, donde comienza a desarrollarse otro tipo de identidad.
= En los grupos sociales, en los cuales la categoría de estudiante y/o profesional de la institución automáticamente representa un nivel o status.
El tema pasa que muchos de sus actores, y principalmente los docentes, no quieren darse cuenta de la importancia del rol de lo implícito y oculto de sus acciones, ya que de una u otra manera participan inconscientemente. Lo grave ocurre cuando se actúa conscientemente en detrimento y en contraposición del objeto definido en la visión de la institución educativa.
La idea es cómo se produce el fenómeno a fin de incorporarlo como un factor coadyuvante al mejoramiento del proceso enseñanza - aprendizaje, de tal modo que sea un factor de regulación y autorregulación en el nivel que se lo estudie.
Otra vertiente conceptual concibe al currículum oculto como todas aquellas prácticas que se producen en el proceso de la experiencia educativa pero que no están consignadas explícitamente como propuesta curricular.
El currículum oculto tiene un carácter ideológico, de hecho expresa una ideología diferente a la oficial. En arquitectura es habitual, específicamente hablando, la lectura de posiciones de vanguardia o contestatarias por encima del sentido conservador y tradicional -o no- que puede sostener la universidad o parte de ella a través de las asignaturas -pretextando la manida libertad de cátedra-, o mediante programas de coyuntura, produciendo una crisis de valores.
El currículum oculto puede considerarse y expresarse de modo encubierto, latente, no intencionado, implícito e inadvertido.
El currículum oculto es la posibilidad de poder ejercer una alternativa de:
Vivencia grupal, a través de actividades colectivas extracurriculares para construir el sentido de comunidad; o en reversa, en grupos atomizados e incentivados por corrientes sectarias de distinto orden y naturaleza.
Autoevaluación colectiva, que posibilite la aceptación de las evaluaciones del otro, en sendos talleres participativos donde se experimente la autocrítica; o en reversa, que el manejo de los mismos se haga por medio de grupos autoritarios.
Aprender en armonía y tolerancia, con rigor y en el marco de una concepción disciplinaria y respeto mutuo; o en reversa, incentivando grupos con privilegios, para «agradarse» recíprocamente estableciendo interesadas complicidades.
El currículum oculto cataliza y motoriza un nuevo discurso, actitudes, acciones, palabras, valoraciones, omisiones, que no son visibles pero que se transmiten de diversa forma.
La intencionalidad y la profundidad varían de acuerdo a la dinámica de los actores del proceso en el marco del accionar explícito o implícito, dado a que de partida se reconoce que las personas no son iguales, cada uno trae sus experiencias previas y construye su propia historia.
Por otra parte, el currículum oculto se percibe como un fenómeno especial en los dos extremos del proceso educativo:
a) En el INGRESO, aparecen los adolescentes conscientes de su propia realidad -plural y heterogénea-, con buen nivel académico -ávidos de participar de la experiencia-, y dispuestos a hacer el cambio más importante de su vida.
b) En el EGRESO, de igual manera se percibe un nivel y sentido de concienciainterés e involucramiento en los problemas colectivos e individuales, relacionados a los distintos campos de su formación profesional.
Lo cierto es que el currículum oculto o invisible forma parte de procesos naturales que se producen en el aula y sus diferentes contextos relacionados y a veces es de tal fuerza y magnitud que puede tener una mayor incidencia que el propio currículum formal.
La eficacia del currículum oculto se encuentra en la confirmación en la realidad, pues es lo que efectivamente se cumple.



¿Cómo y cuándo se produce el currículum oculto?
Si se ratifica la idea de que el currículum oculto prácticamente envuelve todo lo que pasa en aula y por extensión todo el ámbito académico, nos encontramos en otra de sus claves: tener la posibilidad de reflexionar sobre lo que se reproduce en forma visible e invisible, a fin de descubrir lo que se está proyectando, tomar conciencia, porque de ese modo es posible reconocer y regular el flujo de valores, actitudes, pensamientos, ideas, códigos, etc.
La distancia de una pedagogía visible con una educación invisible puede ser muy considerable y hasta infranqueable, si se tiene en cuenta que en muchos casos para los actores del sistema formal su experiencia puede considerarse fragmentaria, parcial y hasta efímera.
Para la mayoría de los estudiantes lo aprendido (más allá de lo útil o inútil) se subordina a los aspectos desarrollados en el currículum oculto, pues estos factores y experiencias suelen ser más duraderos, ya que a través de ellas pueden estructurarse las reglas y modos que regirán sus nuevas relaciones -formativa profesional- con la sociedad en la que se van a desenvolver.
La diferencia clave radica en reconocer y cualificar la forma y metodología en que el contenido se transmite y en el modo en que es transmitido; y si bien existe en el sistema formal y un marcado énfasis para que se precisen los contenidos, métodos, recursos, etc., a fin de hacer más visible la pedagogía, este esfuerzo automáticamente genera nuevas y más sutiles expresiones de transmisión oculta.
De manera que se está hablando de un proceso interactivo de los currículums, los que deben ser analizados, integrados y relacionados en forma abierta y permanente.






Elii Garcia.

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